Responsabilidad Social…¿Por dónde empiezo?

Muchas organizaciones realizan, a veces sin saberlo, muchas acciones e iniciativas encuadradas en la Responsabilidad Social (RS), pero no tantas tienen un sistema de planificación, gestión y medición de las mismas.

Empezar a sistematizar todas las acciones de RS, requiere voluntad, pero sobre todo esfuerzo, por parte de todos los departamentos, para recopilar la información, organizarla, y planificar a futuro.

La RS trata de cómo hacemos el dinero. Qué tipo de bienes o productos vendemos, cómo son los procesos de producción, cómo se toman las decisiones, cómo tratamos a los empleados, a los clientes, a los proveedores, a la comunidad en la que operamos, a los competidores, a la administración pública, o al planeta.

El alcance de la RS abarca toda la actividad empresarial, por lo que cualquier organización, con independencia del sector y de su tamaño, así como de su volumen de negocio… debería implementar un sistema de gestión ética.

La amplitud de la RS, confunde, y abruma… 3 son los primeros pasos en la RS: En primer lugar, deberemos designar un responsable, después, elaborar un plan de RS, y por último comunicar nuestro compromiso a los Grupos de Interés.

Designación de un responsable

En un afán de impulsar la RS, muchas empresas nombran a responsables de RS, a personas de Recursos Humanos, con mucha experiencia en los asuntos relacionados con los empleados, pero con poca experiencia, en los otros ámbitos de la RS, como el medio ambiente, o la gestión responsable de las compras. Así, en primer lugar, las empresas deben asegurarse de nombrar a una persona que asuma la tarea, asegurar que tenga las capacidades suficientes para que el sistema de RS sea efectivo, y asegurar, que dentro de sus distintas asignaciones, pueda dedicarle el tiempo que requiere.

Plan de RS

Para tener un verdadero sistema de RS, deberemos, en primer lugar, realizar un diagnóstico, para saber qué estamos haciendo bien, y qué áreas podemos mejorar, seguido de un plan de acción, con objetivos y acciones concretas de mejora acompañado de presupuesto para tales fines, implementar y realizar el seguimiento de la implementación, y vuelta a empezar el ciclo.

Existen muchas herramientas disponibles, y varias certificaciones, que pueden ayudar a sistematizar la RS.

Visibilidad del compromiso

Por último, en contra del camino a la inversa que muchas organizaciones hacen … debemos comunicar nuestra compromiso social y medioambiental a nuestros Grupos de Interés.

Una buena herramienta, es la Etiqueta Responsable, a través de la cual las empresas, pueden iniciar y mostrar públicamente su camino en la RS, a través del compromiso con los 10+1 criterios, y sus objetivos de futuro:

Económico:
1. Buen gobierno y gestión con criterios de Responsabilidad Social.
2. Control de la cadena de proveedores con criterios económicos, sociales, ambientales y de proximidad.
3. Gestión de clientes: calidad y satisfacción.
4. Gestión económica transparente y no fraudulenta.

Social:
5. No discriminación y fomento de la Igualdad de oportunidades y de la diversidad.
6. Fomento de la conciliación de la vida personal y laboral.
7. Comunicación y fomento de la participación.
8. Entorno de trabajo seguro para toda la plantilla.
9. Colaboración con el territorio e iniciativas sociales.

Medioambiental:
10. Estrategias de sostenibilidad ambiental y actuaciones para la lucha contra el cambio climático.
11. Gestión de residuos R + R + R: reducir, reciclar y reutilizar.

El éxito de la RS, radica en el compromiso y ejemplaridad de la alta dirección, y en la escucha, participación e implicación de los Grupos de Interés.  Ingeniería social pone a vuestra disposición toda su experiencia y conocimiento para el apoyo en el avance de la RSC.

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