04 de abril de 201304 de abril de 2013
La huella de carbono en el vino
Desde hace muchos años se está estudiando y analizando la huella de carbono en el vino, concretamente desde que se firma el tratado de protocolo de KIOTO, puesto que antes se denominaba huella hídrica, ecológica, etc.
La huella de carbono se determina y se mide en la cantidad, regulación y control de medición y reducción de las emisiones de gases efecto invernadero que emitimos a la atmósfera.
¿Qué es la huella de carbono en el vino?
La huella de carbono es el indicador de los gases de efecto invernadero(GEI) que emitimos al medio ambiente durante la producción y trazabilidad de un producto (producción, elaboración, transporte y consumo). Nos permite cuantificar todas las emisiones de gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera provenientes de una organización, evento o servicio. Podemos identificar como ahorrar energía y por tanto un ahorro energético y económico. Hay varios factores para determinar nuestro objetivo o compromiso.
1.- Comunicar nuestro compromiso a nuestros clientes.
2.- Conocer todos los datos de reducción de impacto medioambiental y compromiso público.
3.- Se puede dividir en categorías.
4.- Emisiones indirectas (cosecha,trazabilidad,combustibles y vehículos de la empresa o propios).
5.- Emisiones directas. Gasto de combustible de fábrica, luz, energía etc.(gastos, viajes, negocios.)
6.- Indirectos generados por la venta del producto(gastos de representación, gases,humos, etc.) en gastos de negocio, viajes etc.
Hasta aquí hemos tratado de explicar de un modo muy resumida la forma que existe de medir y emitir la huella de carbono. Sin ninguna duda, lo que sí que está muy claro es que nosotros, desde nuestra tierra con nombre de vino, debemos hacer dentro de lo posible que nuestro vino y nuestra producción se desarrolle dentro de los parámetros más bajos en concepto de emisión de gases de efecto invernadero. Es algo que haremos ahora y que quedará para el futuro de nuestros hijos y nietos, que seguro que lo agradecerán en este intercambio que nos deja hacer la naturaleza: nosotros sacamos lo mejor de ella, lo transformamos, lo disfrutamos y le devolvemos en la mejor manera posible, sin ningún exceso, lo que ella nos da sin pedir directamente nada a cambio.
Espero que con estas palabras seamos conscientes de la importancia vital que tiene la huella de carbono en el vino y a partir de ahora intentemos ser más ahorrativos en concepto de gastos de energía que no sean realmente necesarios. Quizás esta famosa «crisis» nos haga reflexionar y mirar hacia el futuro y saque de nosotros el ingenio para hacer mejores productos sin necesidad de castigar a nuestra madre naturaleza. Si con estas líneas en este medio de difusión, alguno se para a pensar lo que hemos hablado, ya nos tenemos que dar por satisfechos.
Fuente: EUSEBIO CASADO MORALES (ENÓLOGO) | LOGROÑO. LaRioja.com