
8M: El papel de las empresas en la lucha contra la violencia de género.
¿Qué es la violencia de género?
Primero que todo, es importante revisar algunas definiciones previas.
De acuerdo a la ONU (1993), se entiende violencia de género como «todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de libertad, sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada».
Por otra parte, la legislación española en la Ley Orgánica 1/2004 Artículo 1, de Protección integral contra la Violencia de Género: «Todo acto de violencia (…) que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de los quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia. (…) que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada «.
El círculo de la violencia
Para poder ayudar a aquellas personas que sufran una situación de violencia de género hay que entender cómo funciona la misma. Una de las investigadoras más reconocidas sobre el tema fue la antropóloga Leonor Walker, quien teorizó en 1979 lo que llamó círculo de la Violencia, definir qué proceso sigue la violencia de género en el seno de las parejas.
Las fases varían en tiempo e intensidad, según la pareja o dentro de la misma pareja en función de muchos factores diferentes.
El ciclo se repetirá varias veces, poco a poco la duración de la fase de luna de miel se irá reduciendo, y las agresiones serán cada vez más violentas.
Fase 1: Acumulación de tensión
Ocurren accidentes de agresión menores, como insultos, desprecios, comentarios, … Las agresiones menores se vuelven cada vez más frecuentes, provocando más enojo y más rabia, que a la vez acumula más tensión, hasta que finalmente la situación se vuelve incontrolable y se produce el estallido de la violencia, la fase 2.
Fase 2: Explosión violenta
Descarga incontrolable de las tensiones acumuladas en la fase 1, generalmente provocada por algún factor externo o por la propia situación del agresor.
Fase 3: Luna de miel
Se caracteriza por una calma buscada por ambas partes, en la que el agresor, sabiendo que ha ido demasiado lejos, busca compensar la situación con un comportamiento extremadamente amable y cariñoso. La tercera fase es clave para entender el patrón de la relación simbiótica que tienen las parejas, siendo la fase en la que se estrechan los lazos de afecto.
La fase 3 finaliza cuando vuelvan a ocurrir pequeños incidentes que acumulan tensión, volviendo a la fase 1.
Existen varias tipologías de violencia que los hombres ejercen sobre las mujeres en el contexto de la violencia de género, de entre las que destacan:
- Violencia física: Cualquier acto no accidental contra el cuerpo de una mujer con el resultado o riesgo de producirle una lesión física o un daño. Sacarla de casa a la fuerza, cerrarla y obligarla a tomar cualquier tipo de sustancia también entran dentro de esta categoría.
- Violencia psicológica: Toda conducta verbal, no verbal u omisión intencional que produzca en una mujer una degradación por medio de amenazas, humillaciones, vejaciones, exigencias de obediencia o sumisión, coerción verbal, insultos, aislamiento o cualquier otra limitación de su ámbito de libertad personal, con la intención de controlar y someter a la mujer. Sus manifestaciones pueden enmascararse a través de conductas relacionadas con el amor romántico, como los celos, la posesión o el control.
- Violencia sexual: Es cualquier acto de naturaleza sexual no consentido por la mujer y forzado por el agresor. Incluye la exhibición, la observación y la imposición por medio de violencia, de intimidación, de prevalencia o de manipulación emocional, para mantener relaciones sexuales, así como las humillaciones y vejaciones que se produzcan en este contexto. Aunque este tipo se podría incluir dentro de la violencia física, se distingue de aquella porque el objeto es la libertad sexual de la mujer y no su integridad física. Mostrarse irritable, agresivo o violento si la mujer no accede a mantener relaciones sexuales es una de las manifestaciones de la violencia sexual.
- Violencia económica: Incluye la privación intencionada y no justificada legalmente, de recursos para el bienestar físico o psicológico de la mujer y sus hijas e hijos, la discriminación en la disposición de los recursos compartidos en el ámbito de la convivencia de pareja o la prohibición de trabajar fuera del hogar.
La OMS advirtió a los estados que la gestión de la Covid19, y en especial las medidas de aislamiento, podían incrementar los riesgos de sufrir violencia de género, así como la creación de una situación en la que es prácticamente imposible romper con el agresor y salir del círculo de la violencia.
Del mismo modo, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en el mes de Marzo de 2020 reclamó:«Los estados deben tomar medidas adicionales de protección social para que su apoyo llegue a aquellas personas en mayor riesgo de ser afectadas de manera desproporcionada por la crisis del Covidien-19», incluyendo a las mujeres que viven una situación de violencia de género dentro del colectivo de personas de mayor riesgo.
El papel de las empresas
Como hemos visto, la violencia de género va ligada de forma inseparable en nuestro orden social, del que también participan las empresas. Las empresas juegan un papel primordial en nuestra sociedad como generadoras de empleo, pero también como generadoras de opinión y como centros de poder económico.
Su posición de poder las convierte en un actor clave para abolir la violencia de género de nuestra sociedad.
Las empresas pueden tomar partido y trabajar en pro de una sociedad libre de violencia de género de tres maneras diferentes:
- Haciendo trabajo de concienciación
- Ofreciendo trabajo a las personas víctimas de violencia de género
- Articulando medidas de acompañamiento y protección para aquellas personas en plantilla que se encuentren en una situación de violencia.
1. Tareas de concientización
Articular un compromiso empresarial contra la violencia de género es una de las primeras y principales acciones que una empresa puede emprender.
Más allá de articular este compromiso, las empresas tienen un gran potencial comunicador con dos grupos clave sobre los que pueden incidir de manera directa:
- Las personas trabajadoras: en este sentido es imprescindible realizar acciones de sensibilización y formaciones en la plantilla en temas de violencia de Género, potenciando que estas personas trabajadoras tengan las herramientas para identificar una situación de violencia, sea propia o ajena. Efecto dominó.
- Las empresas proveedoras o colaboradoras: la empresa puede aprovechar aquellos contratos que formalice con empresas proveedoras para hacer extensible su compromiso en la lucha contra la violencia de género, haciéndolas participes del mismo, y buscando su complicidad con el adscripción al compromiso en el seno de estas empresas. Tejiendo red.
Las empresas que realizan acciones comunicativas externas de manera regular también pueden generar un impacto importante para con la ciudadanía, todas las acciones comunicativas son una gran oportunidad para trasladar el compromiso de la empresa a la ciudadanía en general, contribuyendo a su sensibilización.
La esponsorización o la colaboración en eventos públicos de apoyo a las víctimas o de lucha contra la violencia de género también son grandes oportunidades para expresar de manera externa el compromiso de las empresas, así como contribuir con la participación de sus personas trabajadoras.
Las empresas juegan un papel clave como generadoras de oportunidades laborales para que las mujeres consigan salir del círculo de la violencia de género, dado que en última instancia son las que pueden ofrecer acceso al mercado laboral, ofreciéndoles una oportunidad de cambiar sus vidas.
El 71% de las mujeres víctimas de violencia de género destacan el empleo y la situación de precariedad laboral como uno de los principales frenos a la hora de denunciar su situación. De este modo, la inserción laboral se vuelve indispensable para salir de la situación de violencia.
2. Ayuda en la inserción laboral
El gobierno del estado, consciente de la importancia de la inserción laboral en estos casos ofrece diversas bonificaciones a las empresas que contraten a mujeres con la condición acreditada de víctimas de violencia de género.
- Bonificación de 125 € al mes, 1500 € al año, durante 4 años por la contratación indefinida.
- Bonificación de 50 € al mes, 600 € al año, por la contratación temporal durante toda la vigencia del contrato.
- Bonificación del 100% de la aportación empresarial en concepto de Contingencias Comunes para aquellas mujeres contratadas de manera temporal para sustituir alguna baja.
- Bonificación de 125 € al mes, 1500 € al año, durante 4 años para la transformación de contratación temporal a contratación indefinida.
3. Articular mecanismos de acompañamiento y ayuda
Las empresas pueden tener un papel activo muy significativo si articulan mecanismos de acompañamiento y ayuda para sus trabajadores que sean víctimas de violencia de género.En este sentido, se recomienda la elaboración de un protocolo de acompañamiento y ayuda que recoge diversas medidas:
-
- Compromiso de garantía de la confidencialidad.
- Procedimiento de comunicación de una situación de violencia en la empresa.
- Procedimientos de acompañamiento en la gestión de la denuncia, de ayuda y apoyo psicológico, etc.
- El establecimiento de medidas de conciliación específicas que permitan el correcto seguimiento del procedimiento con servicios sociales o cualquier otro órgano de ayuda a las víctimas.
- El establecimiento de jornadas flexibles específicas.
- La ayuda a la movilidad geográfica por motivos de seguridad.
- El establecimiento de licencias retribuidas específicas.
En el marco de la Agenda 2.030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible encontramos el ODS 5 Igualdad de Género, que cuenta con 6 metas específicas entre las que destaca:
5.2 Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual así como otros tipos de explotación.
El gobierno de la Generalidad de Cataluña, en el marco de su Programa nacional para la implantación de la Agenda 2030 en Cataluña, destaca 18 compromisos relacionados directamente con la violencia de género. Destacan diversas actuaciones en materia de formación para la ciudadanía de todas las edades, así como la mejora de todos los servicios de atención a las víctimas y la mejora de la legislación vigente.
En este contexto la ONU señala que sólo el 52% de las mujeres casadas o en una unión, toman libremente sus propias decisiones sobre sus relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos y la atención médica recibida.
Muchos de los actos de violencia de género hacia las mujeres son normalizados y aceptados, por lo que se invisibiliza. Es muy importante saber identificar y actuar si presenciamos o sufrimos alguna manifestación de los diferentes tipos de violencia.
Conoce más sobre los protocolos y normativas de igualdad junto a nuestro equipo de consultoras especialistas. bit.ly/2NSZqY1